En esta apacible escena forestal, se observa a un majestuoso oso paseándose por un prado denso, rodeado de árboles altos y una variedad de plantas. Delicados rayos de sol se filtran a través del follaje, proyectando un suave resplandor sobre el paisaje. Este oso, con su pelaje tupido y su comportamiento tranquilo, invita a los jóvenes artistas a dar vida a la escena con su uso imaginativo del color.